Es fácil reponer fuerzas cuando empezamos una quincena nueva en nuestro campamento de inglés. Los campers llegan con tanta energía y ganas de pasárselo bien que nos contagian. Ya, trascurridos unos días y conociéndoles más a fondo, el cariño aumenta y las ganas de enseñarles y convivir con ellos estos días se intensifica.
Grupos de amigos ya formados, en algún momento discrepancias, es algo que también se aprende en el camp. Los profesores mejoran el inglés de los niños, pero la experiencia de un campamento en el que se conoce a nuevas personas, es una oportunidad para que todos crezcamos un poco por dentro.
Emotiva sin duda va a ser esta quincena también que, en su ecuador, trascurre llena de ganas por seguir y exprimir cada día hasta el final.
Ahora los campers realizan una velada junto a los monitores, sus gritos y trasiegos se escuchan a lo lejos, en media hora el campamento quedará en silencio,ese que hace descansar el alma para que al siguiente día se levante con ganas de más.