Una  nueva actividad que ha gustado a todos y aunque parezca que no cansa, son las burbujas gigantes con las que los niños del campamento juegan y pelotean hasta terminar casi exhaustos del esfuerzo y la risa.

Después de pasar por los kartings a toda velocidad y hacer el circuito a lo Fernando Alonso, nos pasamos por el campo de césped para continuar con las burbujas gigantes.

Un día completo en el que los niños pudieron demostrar su habilidad como pilotos de Fórmula 1. Los más pequeños fueron acompañados por profesores nativos y monitores que vigilaban sus maniobras frenando en los casos que se necesitaba. Con los más mayores no hubo problemas, parecía como si toda la vida hubieran conducido. Fue después en la actividad de las burbujas, cuando sí se podían producir choques sin que estos tuvieran ningún peligro. Al ir sujetos por dentro, cualquier impacto lo amortiguaba el hinchable. Uno no podía descuidarse porque en cualquier momento aparecía alguien del otro equipo por detrás y… ¡ZÁS!

Aquí tenéis fotos de ese fantástico día.


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