Está comprobado que los bebés están preparados para diferenciar distintos sonidos de diferentes lenguas. Hasta la pubertad se producen conexiones neuronales que facilitan el aprendizaje y al ser adultos se ralentizan. Por eso es importante empezar cuanto antes en la enseñanza de un idioma, aprender su gramática, escucharlo y hablarlo. Se necesita sobre todo constancia y es fundamental escuchar para entrenar el oído y repetir para fijar el idioma (igual sucede cuando aprendemos la lengua materna, repetimos para afianzarlo).
En casa los padres o tutores pueden aportar mucho en la formación de los niños poniéndoles desde pequeños películas en versión original. Resulta increíble pero los niños quedan hipnotizados ante una pantalla de televisión en la que ponen dibujos aunque estos no hablen su idioma. Si les gusta la música, el traducir canciones que les guste les resultará útil para la gramática. También existen juegos, actividades de ordenador y aplicaciones que al estar en inglés les estimulan.
Otra parte importante es la formación del profesorado que debe ser bilingüe, con buena pronunciación y dispuesto a ingeniárselas para que las clases sean amenas a la vez que didácticas.
La asistencia a nuestro campamento con profesores nativos, ya sea con el colegio o en verano, aportaría la parte de inmersión lingüística. Los niños mediante juegos, clases interactivas, actividades… se inician en el uso de otra lengua y les anima a seguir aprendiendo.
Posteriormente si se quiere proseguir con su educación, nuestra agencia Grupo Mundo en Red, les puede asesorar de cómo hacerlo, mediante un año escolar, programas para familias, programas junior, viajes escolares… todo ello en el extranjero.