Van a ser ya justamente nueve años desde que dimos la señal para la compra de las instalaciones de la primera fase de nuestros campamentos de León, y parece que fue ayer. Después de haber organizado campamentos de inglés en otras instalaciones durante los seis años previos, o colaborar con otros como agencia enviándoles a nuestros clientes, nos vimos en ese momento en la necesidad de adquirir nuestras propias instalaciones para evitar depender de terceros en ningún aspecto de la organización de los campamentos de inglés.

Nuestra idea era buscar algo en la cordillera cantábrica en aquel momento, ya que consideramos que la Sierra de Gredos estaba sobresaturada, además de que sin ganas de desmerecer a Gredos, la cordillera cantábrica pensamos que es otro mundo por su singularidad, posibilidades y belleza. La apuesta era importante, ya que la distancia sabíamos que iba a ser un handicap para muchos padres, sin embargo el tiempo ha demostrado que para disfrutar de un campamento de la calidad del nuestro, merece la pena viajar desde sitios lejanos. Ya desde el segundo año, siempre hemos tenido chicos y chicas en nuestros campamentos de todas las comunidades autónomas siempre al menos uno.

Cuando vimos el entorno de nuestro campamento y el edificio, fechado en 1865 en su construcción, y protegido por el Ayuntamiento como edificio singular, no lo dudamos ni un momento. Sabíamos que la obra de rehabilitación era importante, pero a por ello que fuimos.

La casa principal se encontraba en una finca con nueve plataformas de hormigón ya instaladas, donde antiguamente se instalaban tiendas canadienses, y una base por encima de éstas de hormigón y ladrillo bastante deteriorada y hueca, que aprovechamos para sanear e instalar lo que hoy son las aulas abiertas. Al lado de esta plataforma existía un gallinero en ruinas, cuya base sobre unos pequeños pilares de hormigón aprovechamos para construir la sala de juegos número uno. A su lado había un pequeño cobertizo también en ruinas, que fue demolido y hoy en día es la lavandería y almacén.

Todo prácticamente tuvimos que tirarlo abajo salvo los muros de piedra de la casa de 80 cm de grosor, que se conservaron y restauraron para instalarle un techo de nuevo de madera laminada, un forjado nuevo de hormigón en la primera planta, y un tejado también de madera laminada, pero sobre el que instalamos la teja vieja y base de panel sandwich para darle el aislamiento necesario, y cumplir con las más estrictas normas constructivas. La preciosa teja vieja existente que no nos llegaba tuvo que ser complementada con la adquisición de este tipo de tejas usadas antiguas de segunda mano. Todas las partes de la casa que eran de adobe se tiraron abajo y se levantaron de nuevo con piedra, finalizando una obra que todavía le queda por rematar el forrado del apartamento de la entrada con piedra para mantener el patrón de la protección como edificio listado.

En 2010 se adquirieron 6200 m² de terreno urbano consolidado adyacente, que hoy en día está en fase de construcción por tramos. Estos terrenos se están adecuando poco a poco para el uso del campamento, y en su primera fase con la instalación de la sala de juegos número dos, y las ocho cabañas de madera nuevas, ha estado en funcionamiento desde el año 2010, y nos ha ampliado la capacidad a casi 200 camas.

Todas las instancias del campamento tienen su propio baño, lo que nos diferencia en gran medida de otras instalaciones tipo albergue. Todas las fincas con céspedes tienen riego automático instalado, y nuestra propia lavandería nos facilita los cambios de ropa de cama.

La zona de la piscina no se quedó atrás en inversión, ya que todo se diseño alrededor del vaso de hormigón ya existente, y no pudimos utilizarla hasta dos años después de adquirirla, ya en 2009. Todas las construcciones adyacentes para la depuradora y vestuarios y baños se levantaron desde cero. El vaso de la piscina se forró con Gresite nuevo, se instaló hormigón impreso alrededor, y todas las fincas de alrededor pertenecientes a la piscina se instalaron con riego automático y se trajeron multitud de camiones con una excelente tierra vegetal para el plantado del césped natural.

A día de hoy, en que vamos avanzando poco a poco en la obra de la parte nueva, sin financiación, y con mucho esfuerzo y cuidado, miramos atrás y nos parece increíble el sitio que estamos construyendo y que pronto empezaremos a promocionar en el extranjero.

Todos aquellos que quieran venir a conocer nuestra instalaciones están invitados, ya son sólo dos horas lo que se tarda en viajar en ave desde Madrid hasta León, por lo que en sólo dos horas y media se puede estar visitando la preciosa Montaña Central de León, y nuestro campamento de inglés de Robledo de Fenar.


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